jueves, 10 de febrero de 2011

El proceso, o parte.



Dediqué los últimos días del año a recoger en mi multipistas las canciones que había ido desperdigando durante el pasado curso.
Al menos las que consideraba que merecían la oportunidad de salvar su trasero del olvido más inmediato.
Y ahora agradezco esa labor, que por otra parte me ha dado sustento para llegar hasta hoy sin extrañar demasiado el ambiente del local, últimamente bastante cargado de humo ajeno tras la reforma. Como si se hubiera convertido en un subterfugio contra la ley que se avecinaba, lo que probablemente también hizo mella en mi maltrecha garganta para ayudarla a quedar en fuera de juego durante un periodo de tiempo más largo de lo habitual.

Después de varios diagnósticos que se mueven entre la faringoamigdalitis aguda, cuerdas vocales inflamadas y esos virus de estación a los que siempre los doctores van a parar como respuesta fácil sobre la dolencia de turno, me he dado cuenta que llevo acumuladas unas cinco semanas de parón vocal forzoso. Lo cual nunca es demasiado determinante a no ser que tengas la obligación de cancelar unos cuantos bolos que por otra parte, ya se habían caído por su cuenta sin una explicación más lógica que el puro efecto dominó, capaz de llevarse por delante en su recorrido hasta las fechas que parecían más seguras.
Con todo eso por medio, me he sentado a intentar poner orden entre esas pistas, en las que probablemente he volcado más horas y esfuerzos de los que debía para simplemente llegar a disponer un filtro de garantías que me ayudara a colar esas canciones.

Teniendo en cuenta que mi producción se ha moderado con el paso del tiempo y que sólo me he puesto a trabajar con los temas que estaban completamente cerrados, es decir, dejando a un lado melodías inacabadas o apuntes de letras aún sin encajar del todo, me he centrado en cinco canciones que por lo general pueden suponer casi la mitad del equipaje en el recorrido habitual de un disco.
Tanto en ese proceso previo de grabación como ahora abocado en las mezclas, tengo la sensación de que debo dejar ese material lo más fino posible a la vez que me pregunto para qué, es decir, si es para no olvidarlas con una simple toma de acústica y voz es más que suficiente, y si es por enseñárselas a mis compañeros de fatigas para comenzar a darles recorrido en el local pues más de lo mismo. Pero supongo que el hecho de intentar llegar un poco más lejos con ellas, tiene que ver con la desapacible sensación de que no tengo ni la menor idea de cuando podré grabar en condiciones esas y otras canciones que ya estaban esperando (es una cuestión simple de no recuperar inversiones con la autogestión), aunque por respeto a mis oídos con esas próximas escuchas no me apetece dejarlo de cualquier manera.

Así pues, la soledad es el eje sobre el que construyo mi particular edificación pero a eso ya me he acostumbrado, aunque en ocasiones comience casi la casa por el tejado olvidándome de claquetas o bases lógicas para ensamblar posteriormente y con más sentido cualquiera de las piezas.
En el camino disfruto de la vista pero también sufro, y se supone que "lo peor" ha pasado ya, es decir, la canción está alumbrada pero para complementar lo que supone un proceso artesanal en toda regla, es el momento de pegarse con instrumentos que ni mucho menos controlo ni he estudiado como para adentrarme en intentar llegar a un lugar que mis ideas me apuntan pero mi capacidad limita.
Esa soledad de la que hablaba bien entendida claro, al no asociarme con nadie en algo cercano a lo que llaman preproducción. Unas cuerdas de colchón por aquí, una pandereta emulando escobillas por allá, guitarras de doce cuerdas disfrazadas de mandolina, bajos asumiendo alguna base rítmica, teclas para armonizar....... filosofía Juan Palomo en definitiva, pero mejor no pasarse con la sal ni las especias.

Y en esas me sorprendo hablando sólo, bueno, de un tiempo a esta parte más bien con mi asistente de grabación, un viejo muñeco Mazinger con el que solía jugar de pequeño que me está echando un cable a los mandos.....y me río, maldigo y soy capaz de emocionarme también después de sentarme un rato en "el sillón de escuchar" para revisar lo que ha quedado. Eso casi siempre es señal de un gran momento aunque después haya que limpiar cosas.

Supongo que de una forma u otra estoy jugando también, o así prefiero tomarlo por más que mi cuello esté sobrecargado, los dedos digan basta y me piten los oídos, pero volviendo a parar al principio de esta exposición, tengo la sensación de que me estoy divirtiendo mucho más que en cualquier bolo que recuerde de los últimos tiempos, que por otra parte no fueron muchos, o incluso casi que en buena parte de los ensayos con o sin la banda.
Y eso me hace pensar y recordar sobre una pregunta que me hicieron en una de las entrevistas que se dieron tras sacar el disco, en la que me cuestionaban con cual de los procesos disfrutaba más, si el creativo o el de muestra sobre el escenario. Pues ya lo tenía bastante claro, pero desde luego todo esto sólo hace que confirmar aún más lo que pensaba, aunque desde luego estoy convencido también que voy a hacer lo posible para achicar esos espacios.
Pero a veces no puedo evitar dar alguna vuelta más y me pregunto la razón que me lleva a ese lado, cuando por lo general más del 80% de los que se dedican a esto afirman que sobre el escenario es donde alcanzan su particular clímax. Ante todo la música es compartir y de eso tampoco me he olvidado.

Podría seguir derivando esto en escritos varios y charlas con gente en las que este y otros temas salen a relucir con frecuencia, como por ejemplo que muchos de los que piensan que todo vale en medio de esa jungla que es internet, deben creer también que las canciones como parte de este proceso y otros que no cito para llegar a ese resultado final que las enmarca, caen del cielo o surgen en el campo como las setas. Aunque tal vez eso es otra historia que me haría seguir engordando líneas y mi posición es evidente que no tiene nada que ver con la de tipos como Alejandro Sanz, por ejemplo.
Pero de momento y a falta de otros privilegios que lo complementen, me quedo con esta posibilidad que sigo alimentando y por la que doy Gracias una y otra vez. Independientemente de que las canciones resulten más o menos redondas o consigan pasar mi particular túnel de viento (de las cinco ya se ha quedado fuera una), pues a noche de hoy es lo que sigue haciendo que me sienta tan vivo en esto como el primer día.




Bueno, se nota que llevo tiempo sin escribir por aquí, ya me iba, pero con esto igual tengo para otros seis meses...
De fondo pasaban por la tele los resúmenes de la jornada y no pude evitar pararme un momento, no con el crack Messi precisamente. El Liverpool ha ganado en casa del Chelsea, no podía ser de otra forma, y además de convencerme por enésima vez de que el romanticismo en el fútbol hace mucho tiempo que pasó a mejor vida, pienso que tal vez podría intentar hablar con el "niño" Torres para que hiciera ver a su nuevo jefe, ese magnate ruso que parece tener el dinero por castigo, que hay otros destinos donde podría emplear parte de su fortuna...pero claro, ninguno de los dos saben que guardo una canción sobre tirar Desmarques imposibles.


"...intenté buscar espacios por donde no les había con desmarques imposibles,
y aprendí a jugar de espaldas a la portería aunque me gusta ir de frente,
qué más da si quiero volver a apostar al mismo juego,
qué más da si suelo correr con los pies lejos del suelo..."

3 comentarios:

  1. David un saludo.... vaya charlita te has soltado sobre tus movidas... en los momentos mejores y en los peores uno ha de creer en sus cosas.. asi que esos 4 hijos que te han salido por el camino y que andas viendo crecer no los sueltes... quizas cuando menos te lo esperes, peguen el estiron y los puedas escuchar independientes por la vida...

    un abrazo

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  2. David!!!
    No conocía este rincón tuyo... tan tuyo. Lo he descubierto hoy de casualidad por un enlace en la web de Joaquín; ya ves, de un modo u otro seguimos conectados; la música nos une y nos conecta.
    ¿Te he dado suficientemente las gracias por tu participación en "Y tú más"? ¿Por qué no tienes el disco? ¿Podrías pasarme tu dirección por mail que quiero enviártelo?
    Me gustaría verte en persona. Ya he comprobado que por lo que cuentas, estás de lujo en tu cueva, tú que controlas de grabaciones y que tienes tus juguetes no me extraña que te lo pases como un enano.
    Acuérdate, de pasarme tu móvil que no lo tengo, y cuando me acerco por Segovia siempre me digo lo mismo; voy a llamar a este, y no tengo tu número. Hágase constar que soy un desastre y que estoy siempre a mil...debería bajar el ritmo, quizás, o quizás no, nunca lo tengo del todo claro... con lo mucho que me gusta picar piedra, ya sabes.
    Me suscribo a tu blog. Ya.
    Un abrazo enorme, amigo.

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  3. Gracias por comentar Umba, pesé que igual me quedaba sólo con esa rajada pero bueno, procuraré cuidar esas criaturas para que lleguen lo más lustrosas posible a oídos de la gente.
    otro de vuelta para tí!

    Samu, bienvenido a estos lares, no me prodigo mucho pero de vez en cuando salgo a pasear...
    espero que el disco esté funcionando como mereces aunque sabes que me habría gustado grabar eso de otra forma.
    Ya te paso datos vía mail, no te preocupes.
    Un fuerte abrazo y todo lo mejor!

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